Autora: M. L. Ventura
Ingredientes para 4 personas:
4 codillos de cerdo con piel
Pimienta negra en grano
10 ó 12 clavos de olor
6 dientes de ajos
1 hoja de laurel
Hierbas aromáticas: tomillo, orégano, perejil. (Si pueden ser frescas, mejor)
3 zanahorias enteras
1 cebolla grande
Sal gorda
Sal fina
Aceite de oliva virgen extra
3 patatas de tamaño medio
Para elaborar el glaseado:
¼ vaso de coñac
2 cucharada soperas de miel (si es de romero mejor, pero vale cualquiera)
Caldo de la cocción de los codillos.
Para la guarnición:
Setas Shiitake
Boletus
Champis
2 dientes de ajo
Sal y pimienta negra de molinillo
Aceite de oliva virgen extra
(Podéis comprar las bandejitas de 100 gr que venden en los supermercados)
Entre Fogones:
El codillo de cerdo es la parte que une los dos huesos de la pata, justo donde se forma el codo. Es una carne muy sabrosa y si se cocina bien resulta muy tierna. Además es un plato bastante económico y marida muy bien con un buen vino tinto, que si es suave y poco ácido, harán una comunión perfecta.
Paso a Paso:
Poner un poco de aceite en una olla rápida y rehogar a fuego fuerte la cebolla, los ajos y las zanahorias, previamente cortados en trozos medianos.
Bajar el fuego y colocar los codillos.
Cubrir con agua, apenas medio dedo por encima de ellos, y añadir la sal gruesa, las hierbas aromáticas, la pimienta negra en grano, los clavos de olor y la hoja de laurel.
Poner la olla al fuego de nuevo, tapar y cuando salga el vapor bajar la intensidad y contar 25 minutos.
Pasado este tiempo, enfriamos y comprobamos que la carne esté tierna porque dependerá del tipo de olla que se utilice. Si fuera necesario, volver a tapar cocer entre 5 y 10 minutos más. La carne ha de quedar muy tierna.
Sacar los codillos y colocar en una bandeja de horno.
Colar el caldo de la cocción; vamos a necesitar más o menos ½ litro. El resto se puede congelar y aprovechar para otras recetas.
Encendemos el grill del horno a máxima potencia (el mío tiene hasta 240º). Colocamos los codillos con la piel hacia arriba, los regamos con un poquito del caldo de cocción y los dejamos tostar hasta que estén bien dorados. Este proceso tarda entre 20 y 25 minutos, siempre dependiendo de la potencia del horno que se esté utilizando.
Mientras se tuestan preparamos la guarnición.
En una sartén ponemos un poco de aceite de oliva y doramos los ajos que habremos laminado previamente, cuidando de que no se quemen.
Añadimos las setas, las rehogamos y cuando estén tiernas las espolvoreamos con sal fina y pimienta. Repetimos la operación con los champis.
Cuando lo tengamos preparado, lo colocamos en una fuente evitando que se mezclen entre sí
Para el Glaseado:
En la misma sartén usada anteriormente pondremos el coñac, las 2 cucharadas soperas de miel y el caldo de la cocción. Lo pondremos a fuego fuerte y cuando empiece a burbujear bajaremos el fuego y lo dejaremos reducir hasta que obtengamos una salsa con textura melosa.
Las patatas:
Las patatas podremos tomarlas fritas o asadas, eso queda a gusto de cada uno. A mí me gustan asadas y en gajos porque me parecen más apropiadas para este plato y además tienen menos calorías. Las hago cuando los codillos ya están bien churruscaditos y aprovecho el calor del horno. Solo han de cortarse en gajo y colocar en una fuente apta para horno, regada con un chorrito de aceite de oliva y saladas al gusto. Tardarán unos 20 ó 25 minutos. Comprobamos pinchando con un palillo de cocina o con un tenedor. Han de quedar tiernas y firmes.
Presentación:
Colocamos un codillo por plato y los pintamos con un pincel de cocina con la salsa resultante del glaseado. En un lado colocamos una cucharada de setas, a continuación varias patatas y en seguida una de champis. Adornamos el codillo con una ramita de romero o tomillo y lo servimos bien caliente.
Si quieres conocer la historia que ha inspirado esta receta: VELO DE FLOR
Toda la reseña de Maria Luisa Ventura, en su SECCIÓN: Marisa con M de Mujer y en su primera historia,VELO DE FLOR