INTERCONDUCTISMO RUTINARIO

Autora: Marisa Ventura

Toledo. España.


En el sanatorio todo es rutinario: los uniformes, los enfermeros, las comidas…, hasta las visitas lo son.

Cuando llegan a la sala, los familiares se sientan y esperan. Después, frente a frente, se miran y apenas cruzan palabra. Internos y familiares apenas tienen nada que contarse y tienden a quedarse obnubilados y con los pensamientos puestos en sus propios mundos, abriendo entre sí un insondable vacío con sus miradas impasibles.


En cambio a finales de mes, cuando los internos vienen a verme a mí, una amplia sonrisa ilumina sus rostros empalidecidos y unas diminutas estrellas bailan en sus ojos siempre tristes.

Desde la ventanilla del bastimento, yo también les sonrío ampliamente mientras les tiendo mi mano y les felicito cacareadamente por el progreso. Con solemnidad les hago firmar un documento en el que aparecen sus nombres y su nueva ubicación y ellos, ceremoniosamente, hacen un garabato encima del gran sello gris del hospital. Después retiro de sus muñecas las pulseras identificativas de color verde y les coloco los nuevos brazaletes de color azul. De seguido, del armario que tengo a mi espalda, retiro los pijamas de dos piezas, pulcramente envueltos en celofán transparente, que orgullosos apresan entre sus dedos.

Caminando con solemnidad se dirigen hacia el pasillo del ala este, seguidos del enfermero de turno, que balancea aburrido el tupido manojo de llaves.

Desde mi superioridad les veo marcharse con los camisones abrochados por detrás. ¡Son tan cortos que apenas cubren sus nalgas fláccidas!

Después, como siempre, guardo en el cajón las pulseras identificativas de color verde que el próximo mes, rutinariamente, entregaré a los enfermos del ala norte, y me dirijo al departamento de administración del hospital, donde, celosamente cerrado aguarda mi salario mensual. Este mes es un documento grisáceo, como siempre, pleno de caracteres y números. El mes pasado fue blanco y el anterior beige.

Todos esperamos ansiosos el del próximo mes, que trae paga extra y tiene un color más alegre.

M.L.Ventura.

pluma

Esta historia lleva un refrescante acompañamiento culinario, para desintoxicarse de tensiones… ENSALADA DE MELÓN CON JAMÓN,QUESO Y NUECES

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Marisa con M de Mujer

Una respuesta a “INTERCONDUCTISMO RUTINARIO”

  1. Gracias Marisa por estas maravillosas historias. Un placer que formes parte de este proyecto

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