Autora: Irene Colmenares.
Hoyo de Manzanares
JUGUETES SOSTENIBLES.
Materiales naturales, perfectos para imaginar jugando.
El juego en los niños es un parte importantísima de su crecimiento.
A través del juego el niño fomenta su creatividad, aumenta su aprendizaje a nuevos conocimientos convirtiendo una formación simplemente reglada o limitada, en una formación integral, sin límites y llena de imaginación. Así el juguete no tiene un uso predeterminado sino que depende del estado emocional del niño, de lo activo que esté o de lo que necesite expresar en ese momento, creando las herramientas necesarias para crecer en libertad.
La mayoría de los adultos buscamos el juguete más caro y llenamos sus cuartos de multitud de juguetes, uno para cada uso. En el 99% de los casos, esos juguetes se arrinconan sin vida porque los peques no encuentran ninguna diversión en ellos.
Y es que el niño posee tesoros naturales que debemos fomentar. Una actividad inagotable, una imaginación infinita y una mente sin fronteras le lleva a explorar todo lo que hay a su alrededor.
Y ¿qué mejor manera de aprovechar al máximo estas condiciones intrínsecas del niño que dirigir la mirada y el juego hacia la naturaleza?
Crecerá cuidando su entorno y formando parte de él. Conocer y respetar la naturaleza será un gesto instintivo. Somos los responsables de su felicidad y de su educación y de nosotros depende que ese aprendizaje sea realmente universal.
Todos son beneficios al integrar estos elementos en sus juguetes:
Un paseo por el campo para recoger piñas, palos, castañas o bellotas es mucho más divertido que recorrer unos grandes almacenes.
Un paseo por la playa buscando piedras y caracolas de infinitas formas, colores y tamaños con las que imaginar historias es más sorprendente que un juguete fabricado.
Adornar su habitación con unos cestos y dejar que ellos descubran la belleza del mundo en esos objetos que han recogido con sus propias manos, es más divertido que aburrirse con muñecos parlantes o coches eléctricos.
Se cogen de forma suave, se guardan con mimo en su cesta, se acunan con una bella canción, se doblan todos juntos en la caja.
La sencillez de los juguetes y la naturalidad de los materiales despiertan la creatividad del niño. Crecerá con mayor autonomía y tendrá infinitas posibilidades en su juego diario.
No solo es interesante a nivel de sostenibilidad y cuidado del medio ambiente, sino que además estos juguetes permiten que su imaginación vuele libremente.
Los niños que crecen con este tipo de juguetes son más felices, tienen la mente más despierta, son más observadores y autónomos.
Los que están hechos de materiales nobles o naturales como la madera o la lana son piezas simples que nos abren un mundo lleno de posibilidades. Estos materiales, al provenir de la Tierra, apenas están procesados o refinados guardando su esencia y aportando cualidades a quienes los utiliza, y no me refiere solo en calidad.
Lo que el material aporta al niño, éste lo integra en su forma de comunicación. A través de su juego lo desarrolla y, de nuevo, lo devuelve al mundo.
Irene Colmenares
La magia de una sencilla pieza de madera o una madeja de lana, puede servir igual a un niño de un año como a otro de siete porque cada uno adaptará el juguete a su etapa dándole el uso adecuado a su edad y a su imaginación.
Todos ellos pueden ser reciclados y el tener juguetes de este material entre las manos, despierta la mente del niño.
El tacto de este tipo de objetos es especial y te devuelve parte de su esencia. Son atemporales y, en el caso de la madera, el paso de los años les da más consistencia y les envuelve de una atmósfera muy especial.
La lana natural es transpirable, no agobia, incluso tiene la increíble capacidad de absorber humedad sin que la notes húmeda. Son suficientes razones para fabricar sus historias y compañeros de juego, hoy una pelota, mañana una muñeca o encontrar a un animal favorito distinto cada día, su oveja, su perro o su gato…porque serán exclusivamente suyos.
Juguetes de tela rellenos de lana que al achucharlos, mimarlos, cuidarlos siempre emanan un calor natural como si llevaran algo verdadero dentro. Transmiten suavidad, calidez y tranquilidad.
Yo imagino la habitación de un niño creativo y feliz repleta de cestos y cajas fabricadas con materiales naturales, maderas grandes y pequeñas rebosantes de piezas dispares, sin orden ni concierto. Telas naturales desordenadas, vistosos retales de lana, millones de colores, con distintos aromas y colores, cosas que pueden parecer inservibles para ojos sin imaginación pero que en sus mentes y en sus manitas, convierten la habitación en el universo de su fantasía.
Un padre que haya crecido con la misma pieza que ahora su hija tiene entre sus manos, crea un vínculo muy especial, sólido, imposible de romper.
Es una herencia de sensaciones que transmite la emoción de los padres a sus hijos. Y toda esa energía se convierte en la esencia del juguete que se almacena en su interior para emanar recuerdos e inspiración a la siguiente generación.
Los juguetes son el medio para crear piezas vivas en la imaginación de nuestros hijos.
Dejémosles volar en libertad, hagamos que hoy sean los constructores de sus sueños para que el día de mañana lo sean de sus vidas.
¡Qué grandísima responsabilidad!
¡Qué infinita felicidad!
“ Los niños no saben de fronteras, ni en sus cuerpos, ni en sus mentes.
La alegría y la sonrisa es su lenguaje universal”
Eli Bueno
BATIDO SALUDABLE En esta entrada te explico, lo sencíllisimo que es preparar un batido saludable con los más peques de la casa.
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