LA HISTORIA DE UN MARAVILLOSO VIAJE

Autor: Miguel Ángel Bueno

Zaragoza

El Arrebato. La historia de un viaje

No sabemos lo que la vida nos deparará, pero yo sé que no deja de sorprenderme.

Las personas de fé, vivimos nuestra vida en completa dependencia y entrega a Dios, nuestro Señor. En Él ponemos toda nuestra confianza, le pedimos y le rogamos.

Contestó María al Ángel de la Anunciación: “He aquí la esclava del Señor. Hágase en mí según tu palabra“.

Estas frases, en su contexto, significan mucho. Es poner en mano De Dios, Todo, aunque no lo entiendas. Es saber que nada malo te puede ocurrir. La persona de fé va discerniendo la mano de Dios en cada uno de los increíbles acontecimientos que le suceden en su vida, lo que otros llaman casualidad o suerte.

Y aquí quiero contar una parte de mi historia tejida por Dios, la parte más importante de mi vida.

No me voy a extender en cómo, desde mi escepticismo casi ateo del pasado, conocí a Dios. Lo que sí diré es que aquel acontecimiento cambió mi forma de pensar, de sentir y de ver la vida, en definitiva, cambió mi existencia.

Cuando se produce una ruptura sentimental, te llena de angustia, de tristeza. Esa sensación de no entender nada, esas preguntas de: “¿Porqué, Dios mío, porqué?

Pero por otro lado, cuando esa relación lleva bastante tiempo caminando por las tinieblas, también, de alguna manera, sientes como un soplo de aire fresco, un peso que te quitas. Son sensaciones encontradas y, a veces, contradictorias. Los buenos recuerdos pesan mucho y las decepciones por las ilusiones y sueños rotos y ocasiones perdidas son demasiado grandes.

Postrado ante El Sagrario y reconociendo tus errores, le dices al Señor: “Hágase en mí según tu voluntad”.

Y aquí empieza la historia que cambia mi vida y en la que entiendes que todo lo pasado es un proceso necesario creado por Dios hasta configurar la situación actual. Es como un puzzle en el que van encajando las piezas a la perfección y es que, todo lo que viene de la mano De Dios, es perfecto.

La primera vez que me encontré con ella en una red social, supe que un nuevo acontecimiento empezaba en mi vida pero no podía imaginar lo que en mí iba a significar dicho acontecimiento, ni cómo iba a dar la vuelta a toda mi existencia.

Desde el principio, desde el inicio de nuestras conversaciones, me di cuenta de lo distinta que era esa persona. No había conocido a nadie así, con una forma de vida basada en el perdón, el amor al prójimo, falta de juicio y crítica a los demás, una persona con tanta humildad que, si se pudiese buscar en el diccionario el significado de buena persona, saldría su foto.

Y empecé a sentir cosas maravillosas. Empecé a amarla con un amor maduro, un amor de verdad, un amor intenso. Y el mejor momento fue cuando se lo confesé. Era el mejor momento pero también el momento más temido. Ella no lo podía creer, pero tras días y horas de conversaciones, para mí fue un regalo oír que a ella le sucedía lo mismo.

Toda nuestra vida giraba en Dios, también nuestras conversaciones. Todo lo basábamos en Dios. Teníamos los mismos gustos, las mismas ideas, las mismas ilusiones. Cada vez que a mí me gustaba algo a ella también. Cada vez que a ella le gustaba algo, a mí también me gustaba.

Y cada vez que finalizábamos nuestras conversaciones, yo en mi soledad humana, con la presencia reconfortante De Dios, le daba gracias.

Gracias por haber puesto un ser tan maravilloso en vida.

Gracias por permitirme amarla.

Y sobre todo, Gracias por sentirme amado por ella.

Y día a día fuimos tejiendo nuestra relación en la distancia.

¿Cómo puedes amar tanto a una persona sin contacto físico? ¿Sin caricias, ni besos, ni abrazos?

Y entiendo que todo desde el principio de mi conversión, todos los pasos que he dado en mi vida, estaban diseñados por Dios para llegar hasta aquí.

Señor, ¿Porqué me has hecho este regalo, sin yo merecerlo?

Ahora, nuestras vidas son una sola vida, un único motivo.

Ahora, es cuando empieza la historia de un maravilloso viaje, la última aventura donde al fin, Dios encajará todas las piezas. Dios ya ha hecho su trabajo perfecto. Ahora, nos toca a nosotros.

Siempre por ti y para ti.

Miguel Ángel Bueno

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“Paloma mía, en las grietas de la roca, en escarpados escondrijos, muéstrame tu semblante, déjame oír tu voz; porque tu voz es dulce, y gracioso tu semblante.”

CANTAR DE LOS CANTARES. CAP 2

Aquí , la recopilación de “LAS HISTORIAS DE ESPERANZA” de esta sección.

La receta que acompaña a esta entrada: PATACÓN FRITO CON PIÑA