LA OQUEDAD

Sandra Carbajo Bueno. Madrid.

-I-

Un foco. Un único foco que me apunta directamente. La luz incide en mi piel. Noto el calor recorriendo cada parte de mi cuerpo. Desde lo más superfluo hasta esa maldita oquedad interna. Aquella que ni yo misma sé reconocer.

Y sin embargo, es curioso cómo siento la quemazón en ese lugar de mi ser. En ese recóndito espacio que sólo me pertenece a mí. Mío y no, porque no siempre soy capaz de llegar hasta él. Lo pierdo. Me pierdo en su búsqueda. No lo encuentro pero está, siempre está. Yo no llego pero es verbo y es mío. Y ahora. Y hoy.

partículas luz azul

Siento como esas partículas de luz, ese calor que desprende el foco que me señala, se ha adentrado en las profundidades de mi ser. Me está mostrando el camino. Su ardor me grita desesperadamente. Y yo soy la que estoy frente al foco. ‘Dueña de mi destino. Capitana de mi alma’. Yo, mí, me, conmigo.

-II-

De repente, reparo en el hecho de que la sala no está vacía. El foco me apunta a mí pero no estoy sola. Donde la luz no llega, demasiados pares de ojos se encuentran escrutando mi diálogo. No necesito que hablen para saber lo que piensa cada uno de ellos.

foco oquedad

Sin embargo, el foco me apunta a mí, única y exclusivamente. El calor crece. Crece tan deprisa que no soy capaz de controlarlo. Mi estómago se retuerce y mi corazón bombea galopante. Y soy yo la que estoy frente al foco. Y soy yo quien decido. Y soy yo la que lleva años explorando sin encontrar nada.

Desesperada, agotada, frustrada, tan cansada de mí misma y de todos esos ojos que me escrutan sin decir nada pero que me obligan a quedarme en su lugar, que por supuesto no es el mío…

cenefa pájaros

-III-

Pero he descubierto la oquedad. Ese foco que me apunta, que incide en mi persona, que me señala, guía mis pasos. Esa quemazón, ese ardor, ese calor que arrasa mi interior tiene un único significado. Es ahora o nunca. Ser el pasajero de mi vida o el piloto de la misma.

Un foco. Un único foco que me apunta directamente.

Se abre el telón.

Mi espectáculo comienza.

Siéntense y disfruten.

cenefa pájaros

Esta historia viene acompañada de una receta muy de casa: GUISO DE POLLO CON SALSA DE ALMENDRAS Y SETAS

cenefas hojas

Deja una respuesta