Autora: María Nevado.
Galapagar
Este paseo es distinto del resto de los paseos que habéis leído.
Paseamos por este 2020 con María, con un andar melodioso, a través de las cuatro estrofas de su soneto.
Pero, además, como estos paseos tienen la misión de dar a conocer un poquito más a las personas de carne y hueso, que se esconden tras las diferentes secciones, he creído que podría pasear a su paso, constante y ecléctico y convertirme, en las próximas líneas, en cicerone de “La Nevado”.
Y es que esta mujer no es igual a nadie.
Es uno de esos seres que te conquistan con una sonrisa, te transmiten paz con esa manera tan suya de expresar las cosas, que te hacen sentir especial cuando tienes la suerte de contar con su amistad.
Porque cuando María te quiere, lo hace a corazón abierto, te adora para siempre y te aguanta toda la vida. Cualquier cosa es válida, para que la gente a su alrededor sonría y sea feliz. Ya os imagináis que es la mejor anfitriona del mundo.
María tiene un humor irónico en el que se mueve como pez en el agua y que sólo las personas inteligentes son capaces de manejar. Le gusta escuchar solo aquellas conversaciones que le aportan algo.
Y, como la grandísima actriz que es, algunas veces parece una ingenua, pero en realidad, está examinando a su interlocutor y estudiando sus reacciones. Así que, si compruebas que María desconecta en una conversación, no es por falta de entendimiento, sino que su comentarista no está a la altura de sus expectativas.
Es demasiado empática. No puede soportar sufrimientos y si está en sus manos, cambia esas historias tristes por otras más amables. Lo de menos es que sean personas que le necesitan, gatitos abandonados, perros marginados o loros estresados. Si tienes la suerte de caer entre sus abrazos, experimentarás mucha alegría y una esperanza infinita en el futuro.
En estos tiempos, más que nunca, siente una especial melancolía hacia los que ya no están pero también hacia los que estando, no pueden compartir todas las alegrías que a ella le gustaría. Y ella espera a que la vida vuelva a recuperar su cauce, el sol brille para todos y las voces vuelvan a invadir las maravillosas paredes de su hogar.
Este último soneto es en sí, un paseo desde el pasado y hacia el futuro. Es una forma de sentir que la vida siempre tiene un as bajo la manga y, si queremos ganar la partida a la tristeza, hay que jugar con inteligencia, perseverancia y positividad.
Y por eso, María nunca deja de creer en que el mañana será mejor, que los amigos volverán a reencontrarse, la familia a besarse, que los niños jugarán en los parques mientras los mayores, acariciando a su fieles amigos de cuatro patas, observan sus juegos infantiles con melancolía y nostalgia.
Y así es ella. Axiomática, irreverente, incuestionable y fiel a su manera de vivir y de sentir.
La vida se teje de pequeños momentos que conforman los recuerdos más imborrables.
En este caminar, María es consciente de cuántos de esos instantes ha disfrutado.
A pesar de la pandemia, su vida continúa inmune. Su caminar lento, tranquilo, acompasado siempre de pasos cómplices con los que reír o pasos nostálgicos con quien llorar. Unos y otros, hacen que su vida tenga un sentido.
Parece que la estoy escuchando aquí, a mi lado:
“Tengo cuánto necesito, estoy donde quiero estar.
En el amor de mis hijas, abrazo con fuerza la vida.
Y en la ternura de mis animales, en el aroma de mis plantas floreciendo en primavera, en los días fríos de invierno, que no tristes y en las melodías que me devuelven a la nostalgia del ayer.
Y todo ello, lo recojo con mimo y lo guardo en el corazón para que, cada vez que palpite, recuerde por qué y por quién vivo y muero”.
Con María cerramos nuestros paseos por este año 2020. Es un broche de oro especial, en el que nos recita un soneto lleno de añoranza. Su voz melodiosa pero tan llena de fuerza, os trasportará a su mundo de color esperanza. No hay una mejor manera de terminar este agónico 2020.
AUDIO SONETO
“Como Hojarasca”
Repartiremos la melancolía.
Lancémosla en manojos contra el viento.
Con el cierzo de invierno en un momento,
Tú, aventas la tuya.Yo, la mía.
Como hojas que el viento descarría
volarán los recuerdos. Y un intento
de algo, que casi es un invento,
se permite soñar y desvaría.
La tarde se adormece sin pasado.
El crepúsculo espera desganado
que la noche se pose en la ventana.
¡Cómo son estos golpes de añoranza!
Cuando la luz despierte en la mañana
abriremos la puerta a la esperanza
María Nevado
En la sección de María y sus acordes de sonetos puedes encontrar todos los audio poemas publicados hasta el momento y las recetas que ha inspirado cada uno de ellos.
La receta que inspira este poema es una dulce y deliciosa CREMA DE MASCARPONE para recuperar la felicidad y la esperanza en el futuro.
Maravillosa María! qué suerte para mí coincidir en esta vida con ella.