Ingredientes
1 kg de mejillones
1 docena de navajas
2 cebollas medianas o 1 grande
2 tomates maduros
Para bechamel: leche, harina, mantequilla, nuez moscada, sal
pan rallado ajo y perjil
Entre Fogones:
Es el resultado del segundo reto que la hija ha lanzado a la madre. Los mejillones y las navajas son moluscos fuertes por lo que, en una receta en la que pudiera mezclar los dos, corría el riesgo que el resultado fuera un sabor excesivamente intenso. Así que, me decidí por rellenar los mejillones con un bechamel suave y una pequeña parte de las navajas. Antes de utilizarlas para el relleno, las pasé por la plancha con un poco de ajo y perejil y aceite de oliva virgen extra. Mi consejo es que las navajas que se van a utilizar como decoración de plato no se elaboren con las que utilizamos para el relleno, sino que se asen al final para que se coman recién hechas.
Paso a Paso:
Una hora, o incluso dos horas antes, debemos limpiar muy bien las navajas. Este molusco es una delicia y muy rápido de preparar, pero hay que eliminar muy bien toda la tierra que trae. En Galicia, a este proceso le llaman “desbabar”. Yo he seguido las instrucciones de Recetas de Rechupete y me quedaron perfectas. Básicamente se introducen de pie, en un tarro de cristal alargado, como si fueran lápices. Se llena de agua fría con sal gorda ( dicen los expertos que si puedes llenarlo con agua del mar, es mejor. Yo no lo he probado a pesar de tener el mediterráneo a mis pies). La tierra se va expulsando y queda en el fondo del tarro. Yo cambié el agua un par de veces, hasta que comprobé que ya no expulsaban más arenilla.
Después toca el turno de los mejillones. Los limpiamos muy bien y posteriormente, cocemos. Actualmente hay muchos mejillones que ya vienen limpios, aunque siempre hay que darles un toque de limpieza en casa, es mucho más rápido.
Para cocerlos: En una cacerola honda, echar muy muy poca agua, depende de la cantidad de mejillones, pero un par de dedos de agua o cuatro como máximo. Añadir sal gorda, echar los mejillones y tapar la cazuela. Cuando empiece a hervir, y la mayoría de los mejillones comienzan a abrirse, es el momento de quitarlos del fuego y reservar. Hay veces que no se abren todos las conchas. Es normal. Los que se queden totalmente cerrados, se tiran.
A continuación pelamos y picamos las cebollas muy fina. Yo utilizo la picadora, es más rápido y el resultado siempre será mejor que si lo picas a mano. Pochamos a fuego lento hasta que la cebolla esté muy bien pochada y algo dorada. Añadimos el tomate pelado y también muy picado. Dejamos que se haga con la cebolla.
Abrimos las conchas con cuidado de no romperlas porque vamos a utilizar para rellenar y cortamos los mejillones. Colamos el caldo de la cocción y reservamos .
A continuación con nuestras navajas ya limpias, espolvoreamos sal gorda. Calentamos una plancha y mientras toma la temperatura, en un mortero picamos ajo y perejil. Añadimos unos dedos de vino blanco. Haremos primero las navajas que vamos a utilizar en el relleno. En mi caso 4 unidades para que el sabor del conjunto no sea excesivamente fuerte. Con la plancha caliente, extendemos las navajas y pincelamos con la mezcla del mortero. Se hacen en unos minutos. Apartamos y reservamos
Picamos los mejillones y las navajas a la plancha. Incorporar a la sartén con la cebolla y el tomate. Añadir unas cucharadas del caldo de la cocción de los mejillones. Dejar pochar unos minutos hasta que se mezclen los sabores.
Preparamos la bechamel: Calentamos mantequilla, incorporamos dos cucharadas de harina y removemos. Añadimos la leche, espolvoreamos sal y nuez moscada. Removemos hasta que espese.
Añadimos poco a poco bechamel al relleno hasta que consigamos una textura cremosa.
Rellenamos cada concha de los mejillones con el relleno hasta que se nos acabe. Espolvoreamos con pan rallado y gratinamos en el horno unos 5 minutos, depende del horno.
Mientras tanto, hacemos el resto de las navajas a la plancha. Lo hacemos igual que las anteriores utilizadas para el relleno, ajo machacado, perejil y una chuchara de vino blanco. Una vez hechas, emplatar en una fuente, alternando los mejillones rellenos y las navajas a la plancha. Comer inmediatamente.
¡Listo para disfrutar con una buena compañía!
El reto literario que acompaña a este reto gastronómico es: “EFÍMERO, TU TIEMPO Y EL MÍO”. Es el segundo reto gastronómico de esta sección de Sandra Carbajo, DESHOJANDO PALABRAS