Ingredientes para 4 tragaldabas
4 rodajas de salmón fresco
1 kg de espinacas
200 gr de champiñones
medio paquete de gulas
2 huevos
50 ml de nata para cocinar
1 diente de ajo, aceite, sal, pimienta,
albahaca, estragón
Una pizca de cayena (opcional)
Para la salsa:
180 gr de mantequilla sin sal
zumo de medio limón.
sal y pimenta negra
Entre Fogones:
la primera vez que mi madre hizo esta receta, la extrajo de su maravillosa enciclopedia “la cocina paso a paso”, la herencia más preciada de la que ya os he hablado en otras ocasiones. Desde esa primera vez que hizo este salmón, hubo muchas modificaciones, hasta que encontró su punto. Realmente, la receta original, solo lleva espinacas y la salsa también tiene ligeras variaciones, pero como siempre os comento, cada casa tiene sus propios fogones donde inventar. De cualquier manera, es una receta sencilla y muy rica que admite muchas variantes. Así que, os dejo mi salmón a la fiorentina para que retoquéis al gusto de casa.
Paso a Paso:
Prepara el salmón. Macera el pescado con sal, pimienta, albahaca y estragón, unas gotas de aceite y un poco de limón. Reserva mientras elaboras el resto de la receta.
Limpiar las espinacas, eliminar todo el agua que sea posible. Para ello y una vez limpias y escurridas, verter la verdura en una cacerola y calentar a fuego lento con muy poca agua. No te preocupes si tienes la sensación de que hay mucha espinaca y poca agua, porque según se van cociendo, reducen mucho de tamaño. Hervir unos 10 minutos. Colar y volver a echar en la cacerola, esta vez sin agua, tan sólo el que suelten las espinacas. Deja calentar unos minutos hasta que observes que las espinacas ya no sueltan agua y con cuidado que no se peguen. Esta manera de preparar las espinacas evita que la verdura se cueza con excesiva agua. No te preocupes si le falta algo de cocción. Se terminan de hacer en la siguiente fase de la receta.
Puedes utilizar la misma cacerola donde has hervido la verdura para continuar con la elaboración. Echa dos cucharadas soperas de mantequilla y deja que se derrita, añade las espinacas, remueve y añade la nata. Continúa removiendo hasta que comience a hervir. Deja al fuego medio unos 5 minutos. Añade sal y pimienta a gusto y reserva.
Asa las rodajas de Salmón que hemos macerado al principio, con muy poco aceite. Unos 8 minutos por cara. Depende del grosor de las rodajas. Lo ideal serían de unos 3 cm. Pero controla que no se pase, porque te quedará un pescado pasado, seco y habrás estropeado la receta. El punto de asado del pescado es la clave para conseguir una receta exquisita
Mientras se asa el pescado, bate los huevos, lamina el ajo. En una sartén verter aceite de oliva y dorar el ajo, añadir las gulas ( si te gusta un toque picante, añade una pizca de cayena) y los huevos batidos sin dejar de mover hasta que cuajen.
La salsa de matequilla se prepara en un pis pas. Funde en una sartén la mantequilla, añade el zumo del limón, sal y pimienta a gusto y deja unos segundos hasta que tome color.
Ahora, en una bandeja, coloca primero una cama de crema de espinacas. Coloca sobre ella, las rodajas de salmón, vierte la salsa de mantequilla por su superficie. Alrededor del pescado, distribuye el revuelto de gulas.
¡Y a la mesa!, a disfrutar de un pescado rico, rico, también en Omega 3
Puedes utilizar esta receta con cualquier pescado blanco, por ejemplo con la merluza o bacalao te quedará un plato exquisito.
También puedes eliminar alguno de los acompañamientos de esta receta, pero cuidado porque puedes dejar un plato soso y sin colores. Imagina y prueba tu idea.
Si quieres conocer la historia que ha inspirado esta receta: Relato de Navidad. Una Misa del Gallo, triunfal