SE PROHIBEN LOS CONDICIONALES

-I-

Allí, a oscuras,  no comprendía cómo pudo convivir con ella tantos años. No reconocía su expresión, su manera de encarar la vida.

¿Cómo no vió antes la descarnada realidad? Intentaba recordar si hubo algún punto de inflexión, un detonante que les separara a una de la otra. Pero nunca fue consciente de que esa diferencia abismal era su único nexo irrompible.

Si una quería arrancar, la otra frenaba. Si caminaba una, volaba la otra. Si aquella necesitaba exponerse al sol de la mañana, la otra quería esconderse hasta que llegara la noche.

Una proponía y la otra disponía, sin alcanzar el equilibrio entre los dos extremos.

 “Espera una mejor ocasión”. “Mejor no arriesgar”. “Quizá en otro momento.”

Y la seguridad prevalecían a la creatividad. La más débil escuchaba y se sometía sin rechistar.

Y así, a base de capitulaciones, se escribió el libro de los olvidos. Subrayado con tinta roja todo aquello a lo que nunca se atrevió, con tinta verde lo que pudo suceder si se hubiera atrevido, con azul todo la creatividad que habitaba en su imaginación. Y aquellas hojas se cerraron a cal y canto. Hasta ahora.

Ahora la débil ha dejado de serlo y toma las riendas de su vida.

 Y al llegar a la última línea de la última página, la emoción  es tan intensa que puede por fin, terminar aquel libro de extravíos.

libro abierto

-II-

 Cada día renacemos. Espasmos que te hacen reír y llorar de emoción. Levantarse por la mañana y entregarse en cuerpo y alma a las rutinas que convierten los días en especiales.

Intuir y seguir las premoniciones.

El artífice de aquel despertar de los sentidos no es imprescindible, ni siquiera importante.

Lo valioso es su nueva actitud y su forma de encarar los problemas.

Hoy, enciende la luz y abre las páginas olvidadas. Resaltado con  tricolores, reconoce las emociones que allí encarceló, las veces que antes de entrar ya había retrocedido un paso, cada una de las excusas para justificar su estancamiento, siempre a su lado.

Mira por última vez la imagen irreconocible reflejada en el cristal.

Con un lápiz de labios de color rojo, como si de un catecismo se tratara, escribe sobre el espejo aquellos pensamientos con los que concluyó el libro:

“DESDE HOY, SE PROHIBEN LOS CONDICIONALES.”.

“NUNCA MÁS RENUNCIARÉ A MIS SUEÑOS”

 Con letras bien grandes para no olvidarlo, se despide por fin de su compañera.

Ya nunca más será dos.

Con una expresión seductora y poderosa, se suelta la melena, se calza sus zapatos de tacón y observa cómo la estatua de sal se diluye en el fondo del espejo.

Sus labios esbozan una sonrisa triunfal.

Y toda ella se llena de la luz.

“No eres lo que logras.

Eres lo que superas.”

anónimo

Esta entrada, lleva una inspiración de mezcla de sabores y aromas. ENSALADA CAMPERA

Deja una respuesta