Tengo una emoción que me pellizca el alma, añoranza de ti.
Y al percibir esta inquietud, aprendo a no pensar y solo te siento.
Me susurraras al oído, recitándome los versos que leo de tu puño y letra.
Te imagino en ese instante de creación, en el que volcabas toda tu desbordante inspiración en arrugadas cuartillas, en viejos cuadernos y en pequeños pedazos de papel pintorreados como enigmas indescifrables.
Estás aquí, nunca te has ido…o quizá sea yo través de tus versos.
De cualquier forma, eres Sempiterno en mis recuerdos y en los hallazgos de las miles de palabras que conforman tus poemas reencontrados.
¡Siento tu esencia y toda tu eternidad! ¡ Va por tí!
ERES ESO…
Eres aire que respiro
Eres agua que yo bebo
Eres la tierra en que vivo
Eres el ser que yo quiero.
Eres aquella que amé
Eres música que siento
Eres por la que recé
Eres arrullo del viento
Somos eso, cuerpo y alma
Somos aire, tierra y cielo
Somos llanto, valor y miedo.
Polvo, barro, basura y cieno
Dolor, muerte, amor y vida
Y siendo eso…¡No te veo!
Para mi hija, por lo que ella es.
Tu padre.
28-02-2008
Este poema inspira una receta impregnada de aromas, texturas y sabores de mi niñez, CREPES RELLENOS DE CREMA PASTELERA
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