Ingredientes para dos tragaldabas
1 diente de ajo
6 rebanadas de pan de pueblo ( o con mucha miga) de día anterior
1 cuchara de Pimentón dulce
Unos tacos de jamòn serrano
Un puñado de unos 6 cominos en grano
sal y hoja de perejil
Aceite de Oliva Virgen Extra
1 litro de caldo vegetal o de pollo ( o 1 l de agua)
2 huevos
Entre Fogones:
Las sopas de ajo es pura historia castellana transmitida de generación en generación, de paladar a paladar. Representa las necesidades, que hace más de dos siglos, se vivía en una Castilla muy castigada. Gentes que
sobrevivían a los duros inviernos de aquellas épocas con pan duro, ajo, agua y un caldero de barro al fuego para calentar el cuerpo yermo de frío y lleno de pobreza.
Así que, cuando degustes estas sopas de ajo, no olvides que, con algún ingredientes más, conserva la misma esencia de antaño. Por eso, me gusta tomarlas en su cuenco de barro. Me imagino a aquel antepasado que las degustaba al calor del fuego caldeando un cuerpo con muchas necesidades.
Hoy se han incorporado nuevos ingredientes que son una auténtica delicia. Os animo a que preparéis esta receta. Es muy fácil, rica, rápida y no hay plato más económico en el que regales tantos sabores.
Paso a Paso
El pan que vamos a utilizar tiene que tener mucha miga. Un pan de pueblo es el mejor y si tiene un par de días estará en su punto para elaborar nuestras sopas de ajo.
Corta unas seis rodajas gruesas para que no se deshagan en la cocción.
Corta el diente de ajo en láminas.
Prepara en una cacerola o sarten con fondo un buen chorro de aceite de oliva virgen extra que cubra toda la superficie y caliente a fuego medio.
Echa los ajos para que doren sin quemarse. Es fundamental que ésto no ocurra porque las sopas te sabrán amargas y perderán todo su sabor.
Una vez que el aceite ha tomado el aroma de los ajos dorados, añade las rodajas de pan. Van a chupar rápidamente el aceite. Se tiene que tostar al tiempo que se mezclan con los ajos. Para ello, no te preocupes si tienes que añadir un poco más de aceite.
Vierte la cuchara de pimentón dulce y mezcla muy bien. En seguida tomará color el pan. Añade los tacos de jamón y remueve.
Vierte el litro de caldo de verduras o de pollo. En las sopas de ajo originales se utiliza un litro de agua, pero a mí me encanta darles un toque más intenso utilizando caldos con fundamento. Pero con el agua están igualmente estupendas. Así que lo dejo a tu elección. El líquido tiene que cubrir el pan, date cuenta que son sopas.
Añade el puñado de cominos y 1 hoja de laurel. Prueba de sal y rectifica a gusto.
Nota: En caso de que utilices caldo de verdura o pollo, puedes eliminar la hoja de laurel en la elaboración de las sopas.
Cuando comience a hervir, dejar cocer unos 10 minutos.
Apaga el fuego retira la hoja de laurel e incorpora los dos huevos para que se escalfen con el calor residual. A mí me gustan poco hechos, pero puedes dejarlos pasar un poco más, para que la yema quede más dura. Como te digo, va a gusto del consumidor.
Ya solo te queda servir en un cuenco de barro con un huevo para cada comensal.
¡Y a disfrutar de este espectáculo!
Esta receta acompaña a una historia dura, en la que intento despertar, al menos mi conciencia. EL DÍA DESPUÉS
En esta ocasión comparto este vídeo de Hispacocina que hace las sopas de ajo muy parecidas a las mías.