Autora: Marisa Ventura
INGREDIENTES
Para 8/10 Raciones
1 tarrina de queso crema a temperatura ambiente
3 huevos grandes
3 yogures naturales
3 cucharadas soperas de harina tamizada
1 sobre de levadurina
1 bote de leche condensada de 250ml. ó 10 cucharadas de azúcar. (Yo prefiero la leche condensada por su cremosidad).
Entre Fogones
Hay multitud de recetas distintas de Tarta de queso. Cada una tiene su toque especial, su punto de inflexión. En Asturias tuve el placer de saborear la tarta de queso “fuet al pitu” que se elabora con el queso que le da su nombre y es realmente exquisita, pero os aseguro que ésta no tiene nada que envidiarle. Probar a hacerlo y luego me contáis.
Paso a Paso:
Precalentamos el horno a 200ºC calor arriba y abajo
Mientras el horno se va calentando mezclamos los ingredientes en un bol hondo y en el siguiente orden:
Los huevos, los yogures, la tarrina de queso, la harina tamizada, la levadurina y la leche condensada.
Lo vamos batiendo a medida que vamos incorporándolos, hasta que queden bien integrados y sin grumos.
El molde que vayamos a utilizar lo habremos untado previamente con una pizca de mantequilla, bien repartida por el fondo y las paredes y vertemos la mezcla.
Hay quien le pone una base de galleta triturada mezclada con mantequilla. Yo no lo hago casi nunca, pero queda igual de rica.
Lo metemos al horno y bajamos la temperatura a 180º.
A mitad de cocción miramos que no se esté quemando por la parte de arriba, si fuera así, podemos ponerle calor abajo solamente o cubrirlo con papel de hornear o plata. Yo hago ésto último.
En unos 30 ó 35 minutos estará hecha. Podemos comprobarlo utilizando el truco del palillo de madera.
La dejamos dentro del horno hasta que éste se vaya enfriando, porque en cuanto abramos la puerta se desinflará un poco, y lo hará más rápido si el cambio de temperatura es brusco. Yo dejo la puerta ligeramente abierta para que vaya huyendo el calor.
Una vez haya perdido temperatura, la cubrimos con papel de aluminio pero sin desmoldar hasta que esté totalmente fría. Sólo entonces se puede decorar al gusto. Yo le pongo una capita finita de mermelada de arándanos que le va muy bien, pero se puede utilizar cualquier otro sabor.
Sacar del frigo unos quince minutos antes de su consumo.
Se puede adornar con arándanos frescos o desecados, con láminas de almendras, con piñones….admite multitud de aderezos, e incluso sin adornos está exquisita.
Su cremosidad es una delicia para los paladares más exigentes.
La historia que ha inspirado este postre se llama:
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