CUANDO LA LUNA NADABA CON GATOS…

¡Cuánto le gustaba a Roberta espiar desde su rincón favorito! Ella se acompasaba con el vuelo de las gaviotas y se pasaba las horas muertas, imaginando sus alas extendidas al cielo. Dejándose llevar por el viento, con su cuerpo estirado y su pico tieso. Estudiaba sus graznidos, recogía sus quejidos y aprendía su lenguaje. Las […]