Todo final tiene un principio, aunque no esté planeado,
siempre se despierta otra emoción, un nuevo sueño en algún otro lugar.
Parece que el ser humano aprende cuando ha tocado fondo y ya no tiene otra opción, que tirar hacia arriba.
Mi vida tiene demasiado de estos sentimientos. Emociones que, como montañas rusas, te suben al cielo para lanzarte, a una velocidad de vértigo, hacia las profundidades.
Hoy, me gustaría compartir una última entrada en otro lugar.
Un adiós definitivo y el comienzo de este nuevo horizonte con sabor a sal.
Es una manera de agradecer a la vida las incongruencias y los desatinos que me convierten en quien soy. Es mi forma de cerrar aquella puerta para abrir, de par en par, estos ventanales con vistas al mar.
Y es una muestra de que, toda mi historia quedará aquí plasmada para quien quiera leerla.
LA ÚLTIMA CRÓNICA DE LOS BÚHOS.
Como siempre nos caracteriza, hoy, en este adiós definitivo, continuamos con la misma confianza que cuando estrenamos este proyecto.
Nunca pensamos conseguir tanto en tan poco tiempo, por eso nos vamos, como llegamos. Sin mal sabor de boca, ni sentimiento de derrota. Todo lo hecho ha sido con y desde el corazón.
Hoy, escribimos nuestra última crónica como si fuera la primera, con la misma ilusión y toda la imaginación que nos ha dado la experiencia.
Hoy se acaba un ciclo lleno de infinitas sensaciones. Recordando todo lo que hemos vivido, nos parece que el tiempo se ha bifurcado y multiplicado por 1000, con experiencias, eventos y charlas, con o sin fundamento.
Con aroma a cocina, siempre hemos alzado nuestras voces, en Karaokes divertidísimos, con sus coros y su cuerpo de baile, descubriendo almas de divos, entregados a la causa del micrófono como si no hubiera un mañana. Hemos celebrado mercadillos navideños que han llenado de magia cada rincón. Desayunos literarios que nos han alegrado las mañanas de los viernes. Celebraciones privadas y cumpleaños llenos de alegría y canciones.
Los teatros leídos, que tantas risas y momentos nos ha regalado, ha sido, la más maravillosa excusa para reunir amigos y unir a toda nuestra gente alrededor de unos locos incondicionales. Un poemario que nos impresionó por su acogida y la velada especial de finalistas, fue absolutamente única.
Actuaciones musicales que han llenado esta casa de risas y bailes, exposiciones de pintura con melodías, encuentros de jugadoras de rugby que han disfrutado de nuestras paellas.
Cumpleaños de pequeños y mayores y alguna que otra boda, experiencia muy difícil de olvidar.
Pero, por encima de todo, esta casa se ha alimentado de horas y horas de amigos con los que reír, llorar y soñar.
Hay ocasiones en que la vida te regala momentos y personas muy especiales.
Un día, como una brisa fresca de primavera, descubres esa mirada y esa sonrisa que traspasa la piel, el alma y te cautiva para siempre.
Son nuestros ángeles de carne y hueso, que nos enseñan lo que es una amistad desinteresada, aquella que no pide nada a cambio, excepto saborear nuestra felicidad.
Una de las satisfacciones de este trabajo es poder compartir momentos tan especiales con ellos y devolver un poquito de ese cariño que recibimos a raudales. Al menos, lo hemos intentado. Sobran nombres y apellidos, vosotros sabéis muy bien quienes sois.
Gracias a todos los amigos que habéis dedicado unos minutos de vuestro tiempo para entrar aquí y leer nuestras historias, unas veces para no dormir, otras para sonreír.
Gracias a los que habéis formado parte de este caminar nuestro. Por vuestro apoyo, por tanta energía positiva que nos ha llegado con cada comentario y cada “me gusta”.
Esperamos seguir contando con vosotros eternamente.
Por fin, llegó el momento. No hemos terminado de pelear y ya empezamos a batallar.
La cadena sigue engarzando eslabones.
Siempre intentando hacer lo mejor que sabemos, con buenas vibraciones y sin perder nuestra fantasía, allá donde nos encontremos, continuaremos regalando, como siempre, sonrisas a puñados.
Y la aventura continúa…
Hoy, por fín, la aventura tiene un nombre y un rumbo entre estas historias y estos fogones. Pero lo que no ha cambiado es el agradecimiento a todos mis incondicionales y los que, espero se sumen muy pronto, en este caminar.
Si quieres leer la receta que acompaña a esta historia: BIENMESABE.
