Ingredientes para 4 tragaldabas
6 u 8 lomos (800 gr aproximadamente) de bacalao desalado
2 cebollas medianas
2 pimientos del piquillo
1 pimiento verde
1 pimiento rojo
1 diente de ajo
2 cucharas soperas de harina
Media taza pequeña de vino blanco
Aciete de oliva virgen
sal, pimienta molida
albahaca
Entre Fogones
Este bacalao es una auténtica delicia. Es una receta de casa de toda la vida.
En casa mi madre cocinaba muchas veces el bacalao así. Quizá es esta razón que esta receta tienen mucho sabor a hogar y me despierta esos aromas de la cocina de mi madre.
Muchas de mis recetas van a tener el bacalao como protagonista. Cada una de ellas tienen su elaboración, pero absolutamente todas tienen en común unas rutinas con las que conseguirás elaborar un bacalao meloso, tierno y en su punto. Los pasos que siempre deberías seguir para elaborar un bacalao exquisito, cómo desalar y descongelar el bacalao y un montón de consejos más, los puedes consultar AQUÍ .
Esta receta la puedes hacer con un bacalao fresco o un bacalao salado y desalarlo en casa. Pero si no tienes tiempo para desalar el bacalao, yo, muy a menudo, utilizo un punto intermedio entre el bacalao fresco y el tradicioinal salado. Es el bacalao congelado en su punto de sal. Realmente es bacalao fresco al que le inyectan salmuera antes de su congelación. Hay que tenerlo en cuenta a la hora de cocinarlo, porque contiene más cantidad de agua, una vez descongelado. Lo puedes encontrar en tu supermercado o tienda de ultramarinos habitual y es de muy buena calidad, aunque el sabor será algo diferente al de un bacalao desalado tradicionalmente, sus resultados son francamente excelentes.
Paso a paso:
Tienes que decidirte por el tipo de bacalao que vas a utilizar en tu receta. En caso de que tengas que desalar tu pescado y como te explico en el enlace de arriba, tienes que tener en cuenta que tardarás unos 48 horas en poder elaborar tu receta. En caso de utilizar el bacalao en su punto de sal o bacalao fresco, puedes empezar inmediatamente.
Corta los lomos de bacalao en trozos generosos. Que no sean rodajas finas porque se te deshará en la elaboración. A mí me gusta dejar los lomos en dos trozos, pero puedes cortarlos como más te guste. Reservar en un plato o bandeja con papel absorbente para que suelte todo el agua posible. Observa si el papel está muy mojado, cámbialo por otro seco. Repite el proceso las veces que necesite el bacalao hasta secarse.
En una cazuela de barro rehogar las cebollas cortada en tiras y los ajos. Si no tienes cazuela de barro, utiliza una cazuela ancha donde puedas colocar todo el bacalao sin apelotonar los lomos.
Cuando comiencen a tomar color, a pocharse, añade en tiras los pimientos rojos, verdes y del piquillo.Rehogar unos 10 minutos. A continuación expande los trozos de bacalao en la cazuela. Deja un par de minutos que dore por cada cara, aunque depende del grosor del bacalao, si es muy grueso se puede dejar un par de minutos mas.
Añadir en una tazita con el vino blanco, unos dedos de agua fría y desleír en ella una cuchara de harina. Verter esta mezcla en la cazuela. Dejar que rehogue unos minutos, hasta que comience a espesar. En ese momento añadir la albahaca a gusto. Retirar y listo para disfrutar.
Pero es muy importante que se quede al punto y no se pase. Por eso, mejor retirar antes de tiempo y comprobar si está hecho. Tiene que quedar con un color blanco en el interior y al cortar, que se abra en capas. La cazuela de barro guarda muchísimo el calor. Por lo que, si estás cocinando aquí el bacalao, retíralo pasados 5 minutos porque se va a terminar de hacer con el calor residual del barro.
Si la salsa os queda poco espesa, desleir en un poco de agua fría una cucharada más de harina y verter en la salsa hasta que espese.
La historia que acompaña a este Bacalao de casa: ESENCIA PURA