NO TE HAS IDO…

No sé cómo despedirme, pero todo principio tiene un final y hoy alcanzas la meta de este largo viaje.

Estás a punto de terminar tu último libro, el más trascendental de todos. Así que esta emoción que compartimos en este instante no quiero escribirla con tinta de tristeza.

 Recupero todo lo vivido, temporadas maravillosas y otras terriblemente malas y sonrío a tantos momentos que me vienen a la mente, tiempos felices y extraordinarios que había olvidado.

Serás tú desde tu sueño, transmitiéndome una vida plena, no permitiendo que las lágrimas cieguen mis sentidos.  Traspasas tus poros para asentarte en los míos y permaneces vivo en mi memoria.

 Me concentro en tu respiración ligera y cada vez más lenta. Mientras la escuche, sigues conmigo.

 Necesito la esperanza de tus recuerdos olvidados para que florezcan cuando te hayas ido.

En esta noche, solos tú y yo, vuelvo a ser aquella niña que te esperaba para columpiarse en tus pies y alcanzar contigo las estrellas, a las que vas ahora.

 Recupero tus abrazos infantiles, tarareo los villancicos de mamá y escucho el ruido ensordecedor de tu pandereta. Y me devora aquella sensación protectora del padre jugueteando con las olas, el aroma de jazmines, las noches de cine de verano, mi infancia contigo se llena en esta noche de tus momentos interminables, los monólogos de sordo, los chistes sin gracia y las historias llenas de carcajadas.

El silencio se llena de ti, de esta vida que se acaba. Creaste una familia que siempre permaneció contigo, desde mi inicio hasta tu final.

Siento cómo te apagas sereno, poco a poco, sin soltarme de la mano, acompañándonos mutuamente en este último viaje.

Para que no te pierdas en el camino, no suelto tu mano hasta que cruces al otro lado y agarres con esperanza la otra que allá te recibe. Mientras ese instante llega, aquí estoy, no tengas miedo.

Te adentras en ese espacio infinito que tanto te obsesionó. Has traspasado el tiempo hacia la infinitud del universo que te acoge. Ya eres atemporal.

Por fin puedo dejarte ir.

 Nada desaparece, solo cambia de lugar.

Que no te vea con los ojos, no significa que hayas desaparecido.

Ahora tengo que contemplarte con otra mirada.  Cerrar los ojos, abrir el alma y el corazón, destapar recuerdos, revivir cariños. Dejar que, todas aquellas sonrisas que olvidé, invadan de nuevo mi vida.

Te prometo creer en lo inexplicable y sentirte.  Llegar allá donde estés, percibir tu luz. Hacerte saber que aquí dejas mucho amor.  

Recogemos tus delirios, tus afectos y los mantenemos vivos para que nos lleves contigo allá donde habitas ahora.

No, no hay despedida porque no te vas.

Te imagino ahora faro, dominando el mar Mediterráneo, contando con cadencia acompasada los intervalos en los que la luz vuelve a ti; uno, dos, tres…hasta siete y vuelta a empezar: uno, dos tres… y siete.

Vives en todos los amaneceres que me quedan, en el amor de tus nietos, en el vuelo de las gaviotas, en las verónicas taurinas acompañadas de bulerías, en las tardes rojiblancas de fútbol, en tus millones de letras y tus notas perdidas por los cajones de la casa. En cada rincón dejas tu inspiración y tu imaginación desbordante.

Cuando mañana ya no estés, ayúdame a encontrarte. Sonríeme y nunca me digas adiós.

Reúnete conmigo en las ráfagas de brisa marina, en los rayos de sol que me despiertan, en las olas que purifican mi alma y no te olvides, como siempre lo hacías, de darme las buenas noches y los buenos días para que sean realmente buenos.

Y cuando la niebla sea tan densa, tan llena de oscuridad que no me permita ver más allá, enciende tu estrella para que ilumine mi camino.  

Entonces, más que nunca, recordaré que nunca desapareciste, simplemente cambiaste de lugar.

Y así te sentiré hasta que volvamos a encontrarnos.

Te presiento en el viento, siento que vuelves a nacer, que te marchas a mar abierto, buscando un nuevo rumbo.

Te quiero, te añoro…

Adiòs papá

Hasta que nos volvamos a ver .

.


Allá donde esté, para mi goloso, una receta llena de sabores: TARTA DE CHOCOLATE

6 respuestas a “NO TE HAS IDO…”

  1. Gracias Rocío. Es muy gratificante comentarios como los tuyos. Un abrazo

  2. Maria Del Rocio Brenes Martín dice:

    Precioso Eli. Me ha emocionado. Gracias por compartir tu Alma

  3. Gracias Marisa por tus palabras siempre tan emotivas y cercanas. Una abrazo.

  4. Hermano, gracias. Sin duda, él seguirá cantando y nosotros le oímos

  5. Miguel Angel Bueno Saiz dice:

    Algo se muere en el alma, cuando un amigo se va, reza la canción. Es esa sevillana que cantabas, como canta una almeja. Ahora ya no te oímos cantar, pero yo sé que sigues cantando de felicidad donde estás ahora. Los recuerdos forman parte de nuestra historia y esa historia es la que permanece en nuestro interior. Es la historia de una forma de vivir. Es lo que te hace ser consciente del amor recibido, los sacrificios, los errores y aciertos. Fuiste un buen padre, un buen amigo, un buen hombre. Nos diste lo mejor de ti, tu tiempo y tu vida. Puedes estar orgulloso. Yo lo estoy de ti. Y allí, donde estás, sigue cantando porque te oigo. Siempre te amaré

  6. MARIA+LUISA dice:

    Que precioso homenaje Eli. Allá donde esté se sentirá amado y muy orgulloso de su familia. Un abrazo.

Deja una respuesta