PASTEL DE TIERRA

Autora: Marisa Ventura

Toledo

Ingredientes para 4 personas

1 bote de nata montada

1 bolsa de magdalenas valencianas

1 tarrina de 250 gr. de queso mascarpone

1 cucharada colmada de azúcar (opcional y al gusto en cantidad)

Leche

Café descafeinado

1 paquete de palmeras de chocolate o galletas oscuras

Galletas claras, rectangulares u ojivales

Ramilletes frescos de menta para decorar

cenefa helados

Entre Fogones :

Este PASTEL DE TIERRA, aunque es una receta perfecta para estos días en los que celebramos y honramos a nuestros muertos, puede ser un postre super original en cualquier fecha del año; para sorprender en cumpleaños, eventos familiares o fiestas con amigos con un toque simpático y original. No es un tiramisú, tampoco un bizcocho…es un híbrido muy divertido de elaborar y de saborear.

No puede ser más sencillo y puede convertirse en una de esas recetas “de aprovechamiento” para no tirar nada y está “DE MUERTE”.

cenefa helados

Paso a Paso:

BODEGÓN VERTICAL PASO A PASO

Hacemos el café. Si os gusta muy dulce podéis añadirle azúcar al gusto, yo no la he puesto porque ya lo llevan las valencianas y la nata y así parece que peco menos. He utilizado descafeinado y lo he cortado con leche para que no sea tan oscuro y al mismo tiempo cunda más, ya que vamos a emborrachar las magdalenas con él y absorben muchísimo líquido, pero cada cual que elija de qué intensidad y dulzor lo prefiere.

Lo dejamos enfriar.

Yo he utilizado un bote de nata montada azucarada que tenía en casa, pero si hemos de montarla, la mezclaremos con un poco de azúcar hasta que haga los característicos picos y se mantenga adherida al bol. Recordad que la nata monta mejor cuanto más fría.

Removemos el queso mascarpone con un tenedor; esto lo hacemos para que pierda firmeza y sea más fácil trabajarlo. Lo mezclamos con la nata haciendo movimientos envolventes hasta que ambos queden integrados.

Dependiendo del tamaño de la fuente que vayáis a utilizar, utilizamos las magdalenas enteras o divididas. Yo las he dividido por la mitad para sacar dos capas.

Las vamos colocando en la fuente donde vamos a presentarlo y las empapamos de café con leche. 

Extendemos la mitad de la crema mascarpone sobre ellas. 

Mojamos las magdalenas restantes y vamos haciendo otra capa que cubriremos con el resto de la crema, extendiendo muy bien. 

Trituramos muy bien las palmeras de chocolate y se las ponemos por encima para cubrir el pastel. Vamos a procurar que sea una capa generosa e irregular, para darle mayor efecto de tierra. 

Ahora vamos con las lápidas. Yo encontré en el super unas galletas de forma ojival que me han parecido muy apropiadas. Las he colocado separadas unas de otras simulando los cementerios antiguos. Las he dejado tal cual, pero podemos recurrir a derretir chocolate negro y una vez frío, meterlo en una manga pastelera con boquilla muy fina, para pintarlas con nombres, cruces, siglas representativas como R.I.P. D.E.P. etc. Yo ya no tenía mucho tiempo y he hecho sobre la “tierra” una cruz de azúcar glass.

Llevaremos al frigorífico al menos durante seis horas para que adquiera consistencia, aunque lo más aconsejable es hacerlo de un día para otro.

Colocamos los ramilletes de menta unos minutos antes de servirlo, para evitar que se pongan lacios. 

NOTA ACLARATORIA:

Aunque no es el auténtico tiramisú, ya que no lleva yemas, ni vino Marsala o licor Amaretto, ni cacao…. está igualmente rico, y al no llevar café entero ni alcohol, podrán disfrutarlo todos los comensales de entre 1 y 100 años, y todos los alérgicos al huevo.

Además, presentado de este modo, resulta muy atractivo y apropiado para estas fechas de todos los santos, aunque podéis inspiraos en cualquier motivo que os apetezca.

CONSEJOS

A la hora de servirlo, queda muy bien poner una “lápida” en cada porción.

Puedes escribir el nombre de los comensales en las “lápidas” si sabes previamente quiénes lo degustarán.

Puedes sustituir la menta por albahaca o hierbabuena frescas; ambas son apropiadas para postres con leche y derivados, por su aroma dulce e intenso.

Si prefieres meter color en la” tierra” puedes recurrir a confites de colores y simular coloridas coronas de flores ¡La imaginación al poder!

¡Et, voila!

¡Bon appétit!


Marisa acompaña esta postre con un relato que te mantendrá enganchada hasta su sorprendente final. FE, ESPERANZA, AMOR


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MARISA CON M DE MUJER


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