Ingredientes para cuatro tragaldabas
1 piña natural
5 huevos
700 ml leche
3 cucharas soperas de harina de maíz. Maizena o similar
Canela y vainilla en rama.
Canela en polvo
´cáscara de limón
Azúcar moreno
Entre Fogones
Desde que pensé en compartir este postre, he dado muchas vueltas de dónde provenía. La verdad, no sé si es una invención propia de mi madre o es una versión de alguna receta. Lo cierto es que, yo no he encontrado nada parecido, por lo que le he llamado, tal y como siempre se conoció en casa, PIÑA NAVIDEÑA. Ya sé que el nombre es muy poco original. Así que, estoy abierta a cualquier idea para rebautizar a este postre.
Pero lo importante no es cómo se llame, sino todo lo que se esconde tras estos aromas. Cuando era niña, el olor a canela, azúcar moreno y vainilla, nos reunía en la cocina para observar a mi madre, agitar las natillas y preparar la compota de piña. Me encantaba el contraste de sus ingredientes. El blanco de las claras a punto de nieve presidiendo el relleno de compota, el amarillento de las natillas, sobre la cáscara, abierta a la mitad y el adorno, de su corona de hojas, en el extremo. Una delicia para la vista y el olfato. Un placer cuando llegaba la hora de comerlo.
No había cena de nochebuena o nochevieja en casa, sin el postre navideño de mama.
Paso a Paso
Este postre esta hecho a base de pequeñas recetas que hay que elaborar antes de montar sobre la piña.
En primer lugar tenemos que preparar la fruta. Hay que abrirla a la mitad de manera longitudinal, de forma que la corona de hojas del extremo de la piña, tan característica de este fruto, permanezca sin romperse en una de las mitades. Hay que vaciar la carne del fruto, en realidad es la pulpa y descartar el tronco fibroso y duro que hay en su interior, que va desde un extremo al otro de la piña. n
Una vez extraída la parte carnosa y blanda, se corta en trozos pequeños y se vierte sobre un cazo con cuatro cucharas soperas de azúcar moreno y dos de agua. Puedes utilizar otro tipo de azúcar.
Añadir una cuchara de canela en polvo. Se deja cocer, durante media hora aproximadamente, hasta que la piña reduzca el agua y quede la compota con trozos blandos y dulces.
Mientras se hace la compota, se preparan una crema pastelera.
En un cazo, vertemos la leche, la rama de canela, y de vainilla, la cáscara de limón y dejamos a fuego medio hasta que comience a hervir. Colar la leche y dejar enfríar.
En un recipiente con fondo, separamos las yemas. Reservamos las claras. Mezclamos las yemas con el azúcar hasta conseguir una masa homogénea. Añadimos poco a poco harina de maíz hasta conseguir una mezcla cremosa. El siguiente paso es verter la leche al recipiente donde hemos mezclado las yemas. Para ello, utiliza un colador. Es importante que la leche no esté caliente para que no se cuajen las yemas.
Poner el recipiente a fuego bajo, sin dejar de remover hasta que la crema tome consistencia.
Cubrimos el recipiente con la crema con un film transparente. El film bien pegado a la crema para que no se quede una primera capa más dura que el resto. Reservamos en la nevera, una hora. Deben estar frías.
Reservar y enfriar, también, la compota de piña.
Montamos las claras a punto de nieve.
Nos queda rellenar la piña. En una bandeja con fondo, colocamos las dos mitades de cáscara. Con ayuda de una cuchara, vertemos una base de compota en cada mitad. Sobre ella, una base de natillas. Y terminamos repartiendo las claras al punto de nieve.
Preparamos el horno a 180 grados e introducimos la bandeja en la parte superior del horno para dorar las claras. En unos 10 minutos, las claras tomarán color tostado. No te preocupes si en el fondo de la bandeja se quedara líquido que suelta la compota. Espera a que se enfríe, al menos dos horas. Sirve, las dos mitades, en un plato grande, pero con cuidado que, todo el líquido que ha soltado, se quede en la bandeja y no en el plato donde sirvas este delicioso postre.
Puedes elaborar esta piña con menos tiempo de reposo, pero mi consejo, es que lo prepares con antelación para que los sabores se mezclen. Si es para cenar, a primera hora de la tarde y si es comida, durante la mañana.
Si te gusta la canela, espolvorear en el momento de servir un poco de canela sobre las claras.
¡ANÍMATE Y SORPRENDE CON ESTE POSTRE!
Si quieres conocer la historia que inspira esta receta: MI QUERIDO 2019