Ingredientes para 4 tragaldabas.
harina
leche
mantequilla
sal y nuez moscada
Para el Relleno:
Opciones:
restos de cocido, pescados o asados
bacalao, boletus
jamón, lacón o mezclar ingredientes.
Entre Fogones:
Preparar la pasta de las croquetas es de las cosas que más me gusta hacer. No sé si es por el aroma a mantequilla y bechamel o por la sensación de hacer las formas o por la delicia de dar un mordisco a la croqueta recién hecha, crujiente por fuera y que se te deshace en la boca, el caso es que no me da ninguna pereza hacerlas y no puedo comer solo una. Es empezar y no poder parar.
Las croquetas es una de aquellas recetas que me trasladan a los fogones de mi abuela, sobre todo al día siguiente de comernos uno de esos cocidos que sabían a gloria bendita.
Me quedaba al acecho, hasta que picaba toda la carne y las verduras que habían sobrado y, entonces, aprovechaba cualquier cosa para distraerla y robar un buen puñado del preparado. Es una imagen que siempre recuerdo. Se enfadaba mucho cuando me comía su picadillo para las croquetas. Se agarraba su delantal y, con su dedo acusador, me gritaba:
-¡Niña, cuántas veces te he dicho que mi picadillo no se come! ¡ Ese puñado que tienes en la boca, equivale a 4 croquetas que te vas a comer de menos! ¡pa que te enteres!
Claro, que luego siempre se le olvidaba o eso pensaba yo. Pero ella, que tenía madera de actriz, hacía su papel a la perfección, así todos contentos. Yo me comía mis croquetas y ella se hacía la despistada.
Mucho más tarde, esta receta fue superada por las croquetas que Consuelo hacía a mis hijos. Mi suegra y sus nietos tuvieron una relación muy especial a través de la cocina y, entre sus delicias, estaban sus croquetas. ¡ Lo siento abuela! a cada uno lo suyo y las croquetas de la Tata Chon, como la llamaban sus nietos, eran de otro mundo. Pero sus recetas y sus historias, os las contaré en otra ocasión.
Paso a Paso.
Los restos de cocido o caldos de carne 
son perfectos para hacer estas croquetas tan sabrosas. Utilizo, también, otros rellenos, pollo, jamón serrano, lacón y no pueden faltar las de bacalao o las de boletus, exquisitas. En fin, que puedes prepararlas de cualquier cosa que te apetezca o te haya sobrado.
Cuando utilizo los restos de cocido, utilizo también la verdura, zanahoria, apio, puerro pasada y tamizada. Es primordial, preparar el picado del relleno muy bien, sin grumos, ni restos de huesos, hebras…
En una sartén, pochar con mantequilla, media cebolla picada y rehogar con la mezcla del picadillo. Añadir dos cucharas soperas de harina y mezclarla en la sartén con el pochado.
Añadir 250 ml de leche con una pizca de nuez moscada y no dejar de mover hasta que la masa esté hecha. Es mejor añadir poco a poco la leche hasta conseguir la firmeza deseada. Si se necesitara más leche porque quedara una masa excesivamente espesa, es muy fácil de corregir, añadiendo más.
En cambio, si nos sale una bechamel demasiado líquida, añadir harina directamente a la cocción de la bechamel, provocará la aparición de grumos, que estropearán la masa.
Esta manera de incorporar la harina y la leche, es mi humilde consejo para evitar grumos en la bechamel. Primero, la harina rehogada con el relleno y, después, añadir la leche poco a poco hasta conseguir la consistencia adecuada para la masa de las croquetas. A mí, nunca me falla.
Dejar reposar la pasta de las croquetas en un plato, cubierto con un paño limpio. Cuando la masa esté fría, preparar las croquetas.
Dar la forma de la croqueta con una cuchara, pasarlas por huevo batido y a continuación rebozar en pan rallado.
Freír en abundante aceite. El aceite debe estar muy caliente al inicio y bajar la temperatura en el momento de echar las croquetas.
Colocar sobre una bandeja con papel absorbente para que no se queden con aceite sobrante.
Me encanta acompañar la bandeja de esta receta, con una salsera de salsa de tomate casero. Si quieres utilizar mi receta, consulta aquí .
En caso de sacar muchas croquetas, podéis congelarlas ya preparadas y tienes para una cena o improvisar en una visita sorpresa. Se pueden freír en cualquier momento que las necesites.
La historia que acompaña a esta receta se titula: DENTRO DE UN TIEMPO OS ECHO UNA CARRERA
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