Reencontrarme. Primero conmigo, con la vida después. Creo que todo lo acontecido hasta este momento tenía un único objetivo. Reconocerme y encontrarme de nuevo.
Estos 365 días han sido los más llenos de cambios que puedo recordar. Como si el destino me hubiera ido empujando hacia un lugar y una decisión. El lugar donde decidir, el lugar por donde empezar a reescribirme de nuevo. Borrón y cuenta nueva.
Reencontrarme con mi sonrisa. Volver a recuperar esa parte de mí que sin ser muy consciente de ello, había encerrado. Destapar de nuevo aquello que me define y que había olvidado.
¡Y qué narices!, comienzo a reconocerme. Recupero pedacitos guardados en el fondo de mi consciencia. Los examino, continúan intactos, esperando ser recontruidos. Uno por aquí, el otro por allá. Cada uno en su lugar, sin prisas pero sin pausas.
Reencontrarme con mi paz interior, sin resistencia, a mi ritmo o al de esta brisa marina que me sostiene y me inspira. Paseos que había olvidado. Inspirar hondo y encontrar aire puro que llena mi alma. Expirar lento y llenarme de quietud.
Y por último, reencontrarme con el niño feliz que un día fui, el que perdí en el camino, no sé muy bien cúando, ni cómo, no sé porqué. Pero hoy, le recuerdo en mi cuarto de siglo, más bien le percibo en mis rutinas sencillas. Recupero su alegría al trabajar con mis manos, sus ganas de construir donde había caos, el amor hacia lo que emprendo, terminar lo que empiezo.
Reencontrarme con todas estas emociones y mantenerlas en el tiempo. Que cada cosa llegue cuando tenga que ser, la luz del sol, el paseo con colores de mar, la música que me alegra la vuelta a casa, las risas que no esperaba, una lectura y una charla, unas cañas y algunas más, amigos, familia, mis gatos ronroneándome. Sumando para encontrar el Todo.
Reencontrarme y no perderme. Este es el quiz de mi questión.
Aún queda mucho trabajo por hacer, todavía tengo demonios con los que luchar, pero siento que estoy en ese punto de mi vida en el que las cosas están tranquilas, en calma.
Mis 25 años no merecen otra cosa que luchar por vivir a tope los próximos 25.
Me siento fuerte, me siento vivo, con las riendas de mi vida bien agarradas para encarar lo que está por venir.
Ahora sé cuál es mi historia, la escribo sobre renglones torcidos pero es la mía, aquella que me define, con la que sueño, la que persigo.
Así que, ¡prepárate vida!, porque me he reencontrado y voy a por todas. He llegado hasta aquí peleando, pisando fuerte, escuchando mi pálpito y he vuelto para quedarme.
¡UN CUARTO DE SIGLO, POR FAVOR!
¡¡MARCHANDO!!
Este año felicito a mi niño mas pequeño, en primera persona…
Cumpliendo años.
Podrían ser sus pensamientos un 31 de mayo.
Gracias Marisa, en realidad, el cumple del cuarto siglo es el de mi hijo Alvaro. Un beso grandote
Muchas felicidades por tu aniversario y por tus letras. Que cumplas muchos más. 😘