ALGO SE MUERE EN EL ALMA…

Algo se murió en mi alma cuando te fuiste. Aunque suene a canción, para mí es una emoción, un sentimiento, una manera de vivir tu ausencia.

Mi amigo, incondicional.

Con un simple cruce de miradas nos entendíamos a la perfección. Recuerdo cada uno de los paseos que hemos compartido. Juntos pero nunca revueltos. La verdad, no eras mucho de abrazos. No te gustaban demasiado y solo consentías, cuando era absolutamente necesario. Yo, siempre fui mucho de piel y tú, siempre atento, sabías cuándo habías perdido la batalla. Entonces te dejabas hacer esperando tu momento. Y ya lo creo que llegaba.

Tú delante, como abriendo el camino, yo detrás ensimismada en mis pensamientos. Cada uno a lo nuestro y lo nuestro en cada uno de nosotros, en completa armonía, respirando el mismo aire de montaña o la misma brisa de mar.

cenefa flor y pájaros

No sabría si porque son los recuerdos más recientes o los más especiales, pero nuestros largos paseos por esta orilla del mediterráneo los mantengo vivos en la memoria, parece que todavía te siento respirando mar.

Los dos, chapuceando en la orilla, observábamos aquel pez que saltaba en el horizonte o esa gaviota que surcaba el cielo azul oteando el alimento.

Nunca te enfadabas si llegaba tarde a nuestra cita o si te dedicaba menos tiempo del que te había prometido. Eras bastante más compresivo con mis circunstancias que yo con las tuyas.

No he conocido nadie más terco que tú. No sé las veces que perdí la paciencia con tu cabezonería, pero me hacías cuatro carantoñas y ya no sabía porqué estaba tan enfadada contigo. Y es que tenías la virtud de llevarme a tu terreno, siempre zalamero y alegre.

Cúantas madrugadas invernales de sillón y manta frente a una buena peli, cúantas tardes de primavera paseando entre las jaras y cuantos días de verano buscando caracolas por la playa.

Te llevas demasiados secretos inconfesables, mis dudas de casi todo, esos miedos que siempre se me pasaban contigo. Nunca te perdiste un viaje y compartiste todas mis mudanzas en los últimos tiempos. Siempre aquí, conmigo.

Me ha sabido a poco y me dejas un vacío infinito. Me quedo con la alegría de haberte acompañado hasta el último instante. De acariciar tu pelo mientras te dormías, de que escucharas mi voz hasta tu último aliento, que te durmieras tranquilo, a mi lado, sin sentir ausencia o soledad. Hasta el final, sentirnos el uno al lado del otro, igual que en nuestros paseos.

Así que, sí, algo en mi alma se muere contigo y mucho de la tuya se queda para siempre en mi corazón.

La ausencia duele. Cada pálpito que me recuerda tu partida me comprime el pecho, y el aire se encierra más y más hasta que no respiro. Dicen que este ahogo y esta tristeza, se irán suavizando…

Qué pena que el tiempo no esté de nuestro lado, qué pena que un año mío sean siete de los tuyos, qué tristeza tener que despedirte tan pronto.

Mi gran compañero de risas y fatigas, mi pequeño valiente de cuatro patas. 15 años juntos, desde tu inicio hasta este adiós. Siempre fuiste más duro que el acero y tan tierno como las nubes. Ni un siglo que viva, volveré a encontrar una mirada tan limpia, ni un cariño tan incondicional como el tuyo.

Tú, sí entendiste bien el significado de “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.

No habrá nadie, de dos o cuatro patas, como tú. Fuiste y serás parte de mi vida. El amigo más fiel que nunca tendré.

Los perros también van al cielo, eso seguro y que existen ángeles de cuatro patas, también.

Allá donde esté tu paraíso, no me olvides. Y en ese cielo que te has ganado, encuentra a tu inseparable Neska, y ya para siempre, recuperar juntos juventud, juegos y cariños. Estoy segura, amigo mío, que observarás, a través de esos ojos brillantes y espabilados, un hogar tan lleno de amor como el que aquí tuviste.

¡Hasta siempre TOR, amigo!

Con esta receta, mis amigos de cuatro patas salivaban sin parar. ESTOFADO DE RABO DE TORO

rabo de toro
cenefa flor y pájaros

3 respuestas a “ALGO SE MUERE EN EL ALMA…”

  1. muchas garcias por vuestros comentarios

  2. Esas palabras tan de dentro transmiten todo el amor que sentías por él. Ha sido un amigo amado y se ha ido con el corazón repleto de amor. Es tristemente inevitable. Sólo puedo decir que lamento tu pérdida y que me ha encantado tu forma de expresar ese sentimiento tan profundo. Es un precioso homenaje.

  3. Maria Nevado dice:

    Eli, no necesitas hacer sonetos, rimas, ni rebuscadas metáforas para que, naturalmente y con tanta altura y belleza, tus sentimientos se desborden en esas sencillas palabras, que brotan a raudales de tu corazón y nos rompen los nuestros.
    Me gusta mucho cómo escribes. Sobre todo tu gran sensibilidad. Y por eso… y por muchas cosas más… me gusta tu amistad.

Deja una respuesta