Ingredientes para unos 30 mantecados
125 gr de almendras molidas
500 gr de harina de trigo
300 gr de manteca de cerdo
250 gr de azúcar glass
1 pizca de sal
1 cuchara sopera de la siguiente mezcla: anís dulce, ralladura de limón y canela.
Para adornar: semillas de sésamo y/o azúcar glass (opcional)
Entre Fogones
Debo confesaros que, al igual, que mis galletas de mantequilla, no hago con mucha frecuencia estos mantecados tan ricos.
Así que, tengo muchas cosas que agradecer a esta web y ésta es una de ellas, que me motive para recuperar tantas recetas de casa que tenía bastante olvidadas.
Os animo a que abráis los cajones olvidados y rescates todas esas recetas que te recuerdan a la gente que más quieres. Y no tiene que existir ningún motivo, sencillamente por el gusto de recuperar aromas olvidados de tu hogar.
Paso a paso:
Precalentar el horno a temperatura medio alto, unos 180º.
Vamos a empezar, unas horas antes de comenzar la elaboración de la receta, dejando la manteca de cerdo a temperatura ambiente.
Calentar el horno a 200 º.
Triturar las almendras.
Mezclar con la harina y tostar en el horno unos minutos hasta que comience a dorarse. Remover por todos lados para que se tueste por igual. Cuidado que no se queme. También puedes tostar la mezcla en una sartén antihaderente. Para mí es más fácil utilizar la sarten porque puedo agitar y remover con mayor facilidad la mezcla y controlar el tostado sin riesgo de , como en el horno. Hasta que la harina no se seque bien y esté completamente fría no se puede seguir con la receta.
Añadimos a la harina y las almendras tostadas la pizca de sal, la cucharada de la mezcla aromatizada de anís dulce, ralladura de limón y canela y por ultimo, la manteca a temperatura ambiente.
Mezclamos bien con una cuchara o paleta de madera y luego pasamos a las manos hasta que queda una
masa homogénea y perfectamente integrada. Vamos estrujando hasta juntar todos los ingredientes.
Si tenéis amasadora este proceso es mucho más rápido y cómodo.
Una vez tenemos toda la masa unida procedemos a formar nuestros polvorones.
Si la masa está muy granulada o arenosa, añadir un poco de manteca hasta conseguir la masa lisa. Si, por el contario, os queda la masa muy pegajosa se añade poco a poco harina.
Con las cantidades exactas que os dejo en esta receta os tiene que quedar una masa bastante perfecta.
Dejar que la masa repose a temperatura ambiente, como mínimo un par de horas. Aunque depende si preparas este postre en invierno que en verano o el lugar donde elabores la receta. En caso de que el clima sea caluroso, dejar reposar la masa en la nevera.
Vamos a dar forma a nuestros polvorones. Cogemos una bola de masa. Se aplasta con un rodillo o con las manos dejando un grosor aproximado de unos dos centímetros.
Se corta con un corta pastas o un vaso pequeño. Aunque los mantecados o polvorones tradicionales tienen forma ovalada, puedes darle la forma que te apetezca y dejarles redondos. Cuidado al cortar para que la masa no se rompa o se agriete.
Se coloca sobre un papel de hornear en la bandeja del horno.
Una vez formados nuestros mantecados caseros, tenemos la opción de echar sésamo por encima o si prefieres puedes ponerle azúcar glass. En el caso del azúcar debes esperar a que estén hechos y completamente fríos antes de espolvorear una capa generosa de azúcara en cada mantecado. Cualquiera de las dos terminaciones son a gusto de la familia porque no te va a varíar el sabor del mantecado.
Aplastamos levemente el sésamo sobre le mantecado para que se adhiera mejor.
Horneamos a 190 grados unos 25 a 30 minutos, depende de cada horno. Cuando tomen un color doradito los sacamos y dejamos enfriar la bandeja sobre una rejilla.
NO TOCAR los mantecados hasta que estén completamente fríos.
Recien sacados del horno están muy calientes y tiernos por lo que te quemarás o se te desharán.
Una vez fríos , te recuerdo que es el momento de espolvorear una buena capa de azúcar glass en caso de que hayas elegido esta opción en lugar de las semillas de sésamo. O también puedes mezclar las dos opciones, la mitad de mantecados con sésamo y la otra con azúcar.
Para su presentación, puedes colocarlos directamente en una bonita bandeja con una base de papel transparente, tipo celofán, para que se vea el fondo de tu bandeja o puedes envolver cada polvorón en papel de seda de distintos colores que puedes encontrar en cualquier papelería y colocar sobre un cesto o bandeja de mimbre. En cualquier caso no apelotonar los mantecados para que la presentación sea bonita.
Si te animas a preparar estos riquísimos mantecados caseros, vas a comprobar la diferencia de sabor con los que se compran a granel.
Y mi consejo es que no te limites a preparar estos mantecados solo en Navidad porque es una opción perfecta para acompañar a un café o té a media tarde en cualquier época del año.
La historia que acompaña a estas mantecados. SIN MEMORIA
riquísima receta