EL HALO DE MAGIA QUE RODEA EL MUNDO

Autora: Rocío Orcera. Fotografía

Villalba. Madrid

– I –

Ella no era consciente de que su particularidad dentro del conjunto, es lo que la convertía en un ser tan especial.

No entendía las órdenes como el resto de sus compañeras, por lo que se pensaba inferior, por debajo de la media.

Sin entender la finalidad de las tareas que le eran asignadas, le costaba realizarlas como lo hacía la comunidad, sin cuestionar, ni plantear su papel en el engranaje de su mundo.

Cuando se distanciaba de la fila y caminaba en soledad, no era una actitud meditada, más bien era una contracción primitiva que surgía desde su interior.

Una parte, cada vez más importante de su mente, desconectaba del Todo que mantenía a su raza unida en un solo pensamiento.

Sabía que este conglomerado de inteligencia única era el arma más potente frente a sus innumerables enemigos. Y aunque conocía los riesgos de su incursión en soledad por esos mundos impredecibles, era como un sonámbulo en trance que se adentra en lo desconocido sin advertir ningún peligro.

De esta manera, cada vez recorría mayores distancias, investigaba nuevos lugares y se relacionaba con extrañas presencias, de aspecto tan distinto al suyo como similar en idiosincrasia.


– II –

Los opuestos siempre se encuentran. La atracción los acerca hasta percibirse. Y en ese punto es casi imposible volver al de partida y encontrar una motivación realizando la misma tarea un día y el siguiente. Entre esa maraña de ideas, se planteó por primera vez, si quería ser parte de un Todo .

Le enseñaron que la unión hace la fuerza, pero descubrió que la individualidad produce la magia.

Recuerda aquella mañana en la que todo cambió. Paseaba entre hierbas y ramas, distraída como siempre, pensando quién era esa imagen que habitaba dentro de aquella bolita transparente de agua.

Y como la lluvia limpia las energías que ensucian los pensamientos y las almas, ella penetró en esa gota para entender este nuevo lenguaje, el propósito de aquella pureza natural que hoy equilibra su mundo libre, cada vez, menos solitario.

 En esa chispa de agua, reconoció su luz y comenzó a brillar.

¿Era posible sentirse ella en una imagen tan opuesta a la suya?

Nunca, hasta aquel momento, había reconocido su propio reflejo. La excepcionalidad siempre le acompañó, pero, como la bola de cristal te devuelve la imagen invertida que no reconoces, así le ocurría con la gota de lluvia.

Su perseverancia, su actitud  y su singularidad estaban confinadas en esa cristalina circunferencia acuosa. Se encontró a sí misma allá dentro, contempló su alma, se transformó en energía .


– III –

Hace mucho que aceptó su forma de ser.

Ahora es su mirada interior la que explora cada brizna de tierra, cada rama de sauce. Es esa nueva visión de sí misma la que le deja ver. Con los ojos del corazón, resulta que es poderosa, diferente, especial y vigorosa.

 Ella ha conseguido desentrañar la verdadera fuerza de su tribu.

Con su caminar diferente, las demás han comenzado a no mirarse las unas a las otras.

Cada día es menos importante compararse con su igual y concentran toda su intención en reconocer su excepcionalidad, en asumir su esencia.

Desde el exterior parecen un ejército homogéneo que se mueve en una misma dirección y con un solo objetivo aparente, pero es tan sólo superficie. Ahora bajo las trincheras almacenan mucho más que alimento para un estéril invierno.


– IV-

La hormiga había encontrado su lugar en el entramado de su naturaleza. A todas sus hermanas, les había despertado de su sueño, dotándoles de voluntad.

La primera, la distinta, la inadaptada, ella ha transformado un pensamiento único en millones de singulares.

A pesar de un sólo caminar, cada una reconoce su propia gota de agua y el poder de sus emociones. Aceptan y disfrutan todas las nuevas percepciones que las distinguen del resto.

Por fin comprenden la magia que resplandece alrededor y la melodía de lo inesperado responde a todos sus misterios, con armoniosos acordes de esperanza.

Pero ella siempre tendrá ese chispa que te toca el alma e hipnotiza. Será aquella hormiga orgullosa de su abolengo, con un único reflejo y una extraordinaria manera de pasear por la vida.


imagen Rocío Orcera.

– V-

Algo tan ordinario, tan fabulosamente corriente como el agua de lluvia, purifica la vida que allí crece,  dejando a su paso esferas de cristal que, como  luces, brillan, iluminan de inspiración e imaginación los sueños, y también los despertares, de aquellos que, como nuestra hormiga, disfrutan de su manera de ser y de sentir.

Céntrate en la búsqueda incansable de tu reflejo y, cuando reconozcas tu alma en esa rama llena de luz o en la hormiga de este cuento, asiéntate con orgullo en tu lugar y descubre el halo de magia que rodea el mundo.

niña con estrellas

La receta que inspira esta historia: TOSTAS DE SARDINAS AHUMADAS.

Si quieres saber cómo algo tan cotidiano como este pescado, se puede convertir en un plato absolutamente extraordinario, anímate a preparar esta exquisitez porque no puede ser más fácil, te lo aseguro.

Tosta sardina ahumada

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2 respuestas a “EL HALO DE MAGIA QUE RODEA EL MUNDO”

  1. Bienvenida Karen. Espero que la magia y la realidad nos inspiren. Gracias a vosotros que nos acompañáis en esta aventura.

  2. Karen García dice:

    Fascinada por esta sección que inaugurais “fotografiando desde mi interior” … imagen y cuento… magia y realidad en un equilibrio perfecto.
    Gracias 💗

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